El organismo español participa en el proyecto europeo Adaptation, financiado con 3,6 millones de euros
Europa lo tiene claro. Quiere más renovables, incluida por supuesto la energía fotovoltaica. En octubre los Veintisiete refrendaron su propósito de que en 2030 la cuota de las energías verdes alcance el 42,5% del consumo total de la UE y Bruselas ya se ha marcado una hoja de ruta ambiciosa para la solar que pasa por llegar a 750 GW al final de esta década. Si queremos ahondar en esa implantación tenemos que afrontar sin embargo desafíos importantes, como lidiar con las intermitencias —los molestos desfases entre la generación y la demanda—, mejorar los sistemas de almacenamiento o seguir trabajando en tecnologías cada vez más eficientes.