La medida ha sido criticada por varios sectores que consideran que criminaliza y estigmatiza a los consumidores.
En la mañana de este jueves, el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, firmó el decreto que restringe el consumo de estupefacientes en el espacio público.
El principal argumento de la administración para tomar la polémica medida es mantener a los menores de edad alejados de espacios donde se consuman drogas.
El decreto establece que queda prohibido el consumo de sustancias psicoactivas, incluida la dosis mínima, en establecimientos educativos tanto públicos como privados, parques y plazas públicas, centros deportivos y recreativos y cualquier lugar del espacio público donde se realicen eventos donde asistan niños, niñas y adolescentes mientras dura el evento. La medida establece también un perímetro de 100 metros a la redonda, donde también aplica la restricción.
De no cumplir con la norma, la Policía podrá imponer multas que van desde los 8 hasta los 32 salarios mínimos diarios, que superaría la suma de $1.300.000. Además, las autoridades podrán destruir la sustancia.